Robot blando sumergible sobrevivió a la presión en la fosa de las Marianas


Por Matthew sparkes

Imagen predeterminada del nuevo científico

Este robot de caucho de silicona puede soportar las presiones en el abismo más profundo del océano.

Guorui Li

Un robot de silicona sobrevivió a un viaje a 10.900 metros por debajo de la superficie del océano en la Fosa de las Marianas, donde la presión aplastante puede hacer implosión de todos los recintos menos los más fuertes. Este dispositivo podría dar lugar a diseños sumergibles más ligeros y ágiles.

Un equipo dirigido por Guorui Li de la Universidad de Zhejiang en China basó el diseño del robot en caracoles, que tienen cuerpos relativamente delicados y blandos y se encuentran entre los peces más profundos. Se les ha observado nadando a profundidades superiores a los 8.000 metros.

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El robot sumergible se parece un poco a una mantarraya y mide 22 centímetros de largo y 28 centímetros de ancho. Está hecho de caucho de silicona con componentes electrónicos esparcidos por todo el cuerpo y conectados por cables, en lugar de estar montados en una placa de circuito impreso como la mayoría de los sumergibles. Esto se debe a que el equipo descubrió en las pruebas que las conexiones entre los componentes rígidos de la placa de circuito eran un punto débil cuando se colocaban bajo alta presión.

El robot es impulsado a través del agua por dos alas que se mueven diseñadas para funcionar como las aletas de un caracol, pero que son accionadas por músculos artificiales hechos de un polímero conductor que se contrae cuando se coloca sobre un caracol.Se aplica una corriente eléctrica. Esto mueve las aletas en un arco de 6,3 grados y empuja al robot hacia adelante a través del agua.

Está diseñado para la exploración de aguas profundas y ha sido probado con éxito en el fondo de la Fosa de las Marianas, la parte más profunda de los océanos del mundo, mientras está conectado a un sumergible tradicional. Mantuvo su movimiento de golpe durante 45 minutos.

En pruebas sin ataduras a 3224 metros de profundidad en el Mar de China Meridional, el robot nadó a velocidades de más de 5 centímetros por segundo. Se planean más pruebas independientes en la Fosa de las Marianas una vez que se levanten las restricciones del covid-19.

Referencia de la revista: La naturaleza, DOI: 10.1038 / s41586-020-03153-z

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